3.4.13


Hoy perdono a los que fueron mis amigos.

Dicen que olvidar y perdonar no es lo mismo y también dicen que el perdón no exime de culpa al ofensor, pero si libera al ofendido. Y pues a todo el mundo le ha pasado alguna vez, ¿no?
Así que  aunque no tienes que ser religioso, ni ferviente creyente, ni ser parte de los de pare de sufrir o rezar antes de comer diario, ni siquiera tienes que creer en un Dios®, ni tampoco hacer una cadena de esto. Pero si alguno le sirve, úselo. Se los comparto.
Pedir Perdón es dar Perdón. Perdonar es talvez un acto egoísta porque nos libera a nosotros, a aquellos que perdonamos ni les va, ni les viene. Pero ese rencor a veces nos llena tanto que nos la pasaremos eructándolo por años. 
Hoy perdono a los que fueron mis amigos.
Señor. Te pido el poder de perdonar a quien me cueste más perdonar. Ayúdame señor a perdonar y limpiar mi corazón.

Hoy perdono a mis amigos y amigas, a todos los que hablaron mal de mí, a los que perdieron contacto conmigo, los que descuidaron la hermandad que les ofrecí sin pedirles nada a cambio, a los que prefirieron mi ausencia en su casa, a los que traicionaron mi amistad o a los que por un malentendido me hicieron sentir traicionado, a los que no me dieron apoyo cuando sabían que podían hacerlo, a los que no estuvieron disponibles cuando yo los necesité, a los que les presté dinero y no me lo devolvieron, a los que me rechazaron por una mentira, a los que tanto quise, a los que me acompañaban a diario y hoy me han olvidado.
Aún cuando mi amistad con ellos se haya perdido para siempre. Hoy a todos ellos los perdono.

Gracias, Señor, por sanar mi corazón y ayudarme a perdonar. Gracias por tu amor y tu paz. Haz que se iluminen todos los rincones de mi mente. Que no quepa resentimiento contra ninguno de ellos a los que un día quise tanto y que a todos ellos que hoy perdono; tu luz colme de abundancia, amor, paz y sabiduría para que tal vez un día logren perdonarme a mi.

Amén.